Sus polémicos dichos llegan después de que el Congreso argentino fijara límites a las detenciones preventivas que podrían beneficiar a ex funcionarios presos.
En una cumbre con miembros de la Asociación Internacional de Derecho Penal, el papa Francisco criticó este viernes el “uso arbitrario” de la prisión preventiva y habló del “lawfare” contra “dirigentes políticos”.
Las palabras del máximo Pontífice generan grandes repercusiones en el país ya que en las últimas horas el Congreso argentino fijó límites a las prisiones preventivas que podrían beneficiar a ex funcionarios actualmente presos, cuyas condenas aún no se establecieron.
“En nuestro encuentro anterior señalé con preocupación el uso arbitrario de la prisión preventiva. Lamentablemente, en los años transcurridos desde entonces, la situación se ha agravado en algunos países y regiones donde el número de detenidos sin condena ya supera ampliamente el cincuenta por ciento de la población carcelaria”, fue parte del mensaje que dio el líder de la Iglesia Católica.
En el encuentro realizado en el Vaticano, el primer cardenal consideró que los abusos del poder punitivo son “un fenómeno que contribuye al deterioro de las condiciones de detención y es causa de un uso indebido de destacamentos de policía y militares para esos fines”, El único argentino presente en la reunión fue el jurista Roberto Carlés.
Y ahondó: “El encarcelamiento preventivo, cuando es impuesto sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que lo habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad”.
Respecto al “lawfare” del que hizo mención, Francisco planteó que “se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados”.
“De este modo, con las herramientas propias del lawfare, se instrumentaliza la siempre necesaria lucha contra la corrupción con el único fin de combatir gobiernos que no son del agrado, retacear derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que solo se benefician quienes aspiran a ejercer liderazgos autoritarios”, argumentó el papa, que luego invitó a los presentes a reflexionar sobre el tema. “Es curioso que la utilización de paraísos fiscales, instrumento al que se recurre para encubrir toda clase de delitos, no sea percibida como un hecho de corrupción y de criminalidad organizada”.